El quiropráctico, para ubicar el punto del conflicto, comienza tocando la espalda por la columna, hasta encontrar el lugar de origen del dolor. De ahí trabaja sobre los discos de la columna, las articulaciones, los nervios y la médula espinal para componer el sistema. Es por eso que también se les llama ‘componedores de huesos’ EL quiropráctico debe preocuparse de conservar o recuperar la movilidad, alineación, flexibilidad y descarga de la columna vertebral.